¿Te diste cuenta que tu cuerpo respira solo? Es como si tuviera un piloto automático… No necesitamos prestar atención a respirar cada segundo de nuestra vida porque es algo que el cuerpo ya sabe hacer. Entonces, ¿por qué prestar atención a las inhalaciones y exhalaciones? El control de nuestra propia respiración o pranayama, es el cuarto de los 8 pasos del yoga de Patanjali. Controlar nuestra respiración o llevar su atención a ella y saber manipularla es uno de los modos más efectivos para reducir el estrés y entrenar la mente para que se calme. Además mejoran una serie de factores de salud que van desde el humor al metabolismo y actúa sobre el sistema nervioso parasimpático. El control de la respiración es una práctica física, mental y de meditación.
A pesar de que la respiración es automática, en general la gente tiene mucho que aprender sobre la materia. De media tendemos a hacer entre 14 y 20 respiraciones por minuto, lo cual es bastante más rápido que las 6 ó 7 respiraciones por minuto que se intenta llegar en una práctica de yoga o de pranayama.
¿Sabías que la respiración está directamente relacionada con el estado de ánimo y el sistema nervioso central? El sistema nervioso rige las respuestas simpáticas (lucha o huye) y parasimpáticas (descanso y recuperación) y ajusta funciones como la frecuencia cardíaca, la respiración y la digestión según las respuestas a las potenciales amenazas. En nuestra vida actual donde vivimos corriendo, pendientes de un teléfono móvil, el ordenador, la lista de tareas que nos ponemos al día y las exigencias de la vida moderna, se activan las alarmas de todo el cuerpo continuamente.
La respiración rápida llama al cerebro con más frecuencia y le hace activar el sistema nervioso simpático y activa las hormonas del estrés (cortisol), la frecuencia cardíaca, la presión cardíaca, la tensión muscular, la producción del sudor y la ansiedad. Por lo contrario, reducir la respiración induce a una respuesta parasimpática, reduciendo actividad de todo lo que te mencioné antes, mientras promueve la relajación, la calma y la claridad mental.
En tu práctica de yoga, ¿eres de los que se olvida de la respiración? Yo recuerdo cuando empecé con las clases, tenía 19 años y lo que más me llamaba la atención eran las posturas, mover mi cuerpo en todas esas direcciones y cuando llegaba el turno del control de la respiración, me parecía lo más aburrido del mundo… Ahora 20 años después no dejo un día sin hacer mis pranayamas y ejercicios de respiración. Los uso generalmente antes de mis meditaciones y durante la práctica de yoga estoy pendiente de cómo respiro, de intentar alargarla un poquito más o de observar en una postura retadora si mi respiración es igual a cuando estoy en una postura cómoda, no sabes como cambia la experiencia de la postura, y de la práctica en general. Así que si eres como yo cuando empecé, no te rindas, dale todas las oportunidades del mundo a la respiración y te darás cuenta de que es la verdadera protagonista.
Aquí te dejo el primer ejercicio básico que puedes hacer antes de acostarte para calmar la mente o antes de tu práctica de yoga. Comienza a llevar la atención a la respiración y sin modificarla, observa su ritmo, observa la temperatura del aire, mira a ver si se hacen pausas entre una exhalación y la siguiente inhalación… Trata de sentirla con detalle… mantén tu atención en ella 2 minutos y luego comienza a contar cuánto tardas en exhalar, en la siguiente inhalación intenta que dure el mismo tiempo contando. Ahora sigue ese ritmo equilibrado contando la misma duración para las inhalaciones y la misma duración para las exhalaciones. Así si tardas 4 segundos en soltar el aire cuando cojas aire regula tu inhalación para que dure 4 segundos y continúa así unos 5 minutos más. Con el tiempo ve intentando aumentar los segundos y el tiempo que permaneces en este estado.
Me encantaría conocer tu opinión o saber tu experiencia, puedes comentarmelo en los comentarios.
